Sept. 16, 2023
Estaba tomando un gran café al puesto del hortelano cuando llegó una clienta. Hablábamos de mi intoxicación de setas y ella me respondió que por este tema, lo mejor es siempre mostrar las setas a otro. Ese consejo me acordó violentamente con mis pensamientos del día anterior. No sé qué impresión di en este momento, pero la mujer me miró con largos ojos, luego con ceños fruncidos. Estaba sin palabras y después de un silencio, habló de nuevo:
«Si no tengas nadie para revisar tus setas, puedes preguntarme.»
Esta frase fue como un soplo de aire fresco. Asentí con la cabeza y siguió hablar de las setas, del pueblo, de la vida. Le dije que estaré alegro de que pudiéramos ir juntos a las setas y estuvo de acuerdo con la proposición. Cogemos una cita y me fui, el espíritu más ligero.
Me di cuenta de que las setas sólo fueron un pretexto: lo que quise fue saber más de ella, de su vida.
Estaba tomllevando un gran café al puesto del hortelano cuando llegó una clienta.
Hablábamos de mi intoxicación de setas y ella me respondió que por este temaen cuanto a eso, lo mejor es siempre mostrarle las setas a otroalguien más.
Ese consejo me hizo acordóar violentamente conde mis pensamientos del día anterior.
No sé qué impresión di en este momento, pero la mujer me miró con ojos largos ojos, luego con cel seños fruncidos.
EstabaMe quedé sin palabras, y después de un silencio, habló de nuevo:
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«Si no tiengaes nadie paraque revisare tus setas, puedes preguntarme.»
¶ a mí.»¶
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Esta frase fue como un soplo de aire fresco.
Asentí con la cabeza, y ella siguió hablarndo de las setas, del pueblo, de la vida.
Le dije que estaré alegro de queme encantaría si pudiéramos ir juntos a lasrecoger setas, y ella estuvo de acuerdo con la proposición.
CogeAcordamos una cita y me fui, el espíritu más ligero.
Me di cuenta de que las setas sólo fueron sólo un pretexto: lo que quise fueería era saber más de ella, de su vida.
Una nueva vída: día 5 |
Estaba tomando un gran café al puesto del hortelano cuando llegó una clienta. Estaba |
Hablábamos de mi intoxicación de setas y ella me respondió que por este tema, lo mejor es siempre mostrar las setas a otro. Habl |
Ese consejo me acordó violentamente con mis pensamientos del día anterior. Ese consejo me hizo acord |
No sé qué impresión di en este momento, pero la mujer me miró con largos ojos, luego con ceños fruncidos. No sé qué impresión di en es |
Estaba sin palabras y después de un silencio, habló de nuevo: «Si no tengas nadie para revisar tus setas, puedes preguntarme.» Esta frase fue como un soplo de aire fresco.
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Asentí con la cabeza y siguió hablar de las setas, del pueblo, de la vida. Asentí con la cabeza, y ella siguió habla |
Le dije que estaré alegro de que pudiéramos ir juntos a las setas y estuvo de acuerdo con la proposición. Le dije que |
Cogemos una cita y me fui, el espíritu más ligero.
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Me di cuenta de que las setas sólo fueron un pretexto: lo que quise fue saber más de ella, de su vida. Me di cuenta de que las setas |
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