Un pasatiempo clásico: escalar los arboles

Escalar los arboles es un pasatiempo mío. Dentro del campus de mi escuela, hay un par de cerezos, uno de los cuales me gusta escalar. Y, a veces durante el día académico, decido escalarlo. Es que soy el tipo que busca las experiencias distintas. Una de las facetas de este carácter es un apetito para un poco peligro. Sabes, un poco peligro hace que la vida sea mucho más interesante. Si podría platicarme con una versión más joven de mí mismo, lo primero que le sugeriría sería asumir más riesgo en la vida. Además, me siento orgulloso cuando subo unos 5-10 metros del suelo. Considerando su altura alta, mis compañeros han expresado su shock al verme leyendo un libro o disfrutando el paisaje entre sus ramas. Mientras tanto, a menudo me da cuenta de que otros me están mirando. Pero no me importa lo que piensen los demás sobre mi pasatiempo. No es necesario justificar mi felicidad.