Resumen de El hobbit: Capítulo 10

Capítulo 10: Una cálida bienvenida

En el capítulo 10, Bilbo y los enanos continúan flotando río abajo. Por un momento Bilbo ve la Montaña Solitaria a lo lejos. Finalmente, llegan hasta la orilla de Esgaroth, una ciudad de los humanos al sur de la montaña. Bilbo ayuda a los demás a salir de los barriles y todos están empapados y agotados. En la ciudad, Thorin se presenta a la gente y pide hablar con el gobernador. Thorin explica que es un descendiente del Rey de la Montaña. Varios elfos están presentes y le dicen al gobernador que son prisioneros que han escapado y Thorin le explica que fueron arrestados injustamente. Al oír que el Rey de la Montaña había regresado, muchos de los hombres empiezan a celebrar porque habían oído historias y canciones sobre el rey y ahora creían que la ciudad volvería a ser muy próspera.

Al ver a la gran multitud regocijándose, el gobernador decide no detenerlos. Los elfos ven que los superan en número y regresan al bosque para decírselo al rey elfo. Después, la ciudad trata a Bilbo y a los enanos como a la realeza y, tras varios días de descansar y recuperar fuerzas, deciden subir la montaña. Los hombres les proporcionan botes, provisiones y caballos, y parten.

Chapter 10: A Warm Welcome

In chapter 10, Bilbo and the dwarves continue floating downstream. For a moment, Bilbo sees the Lonely Mountain in the distance. They finally reach the shore of Esgaroth, a city of humans south of the mountain. Bilbo helps the others out of the barrels and they're all soaked and exhausted. In the town, Thorin introduces himself to the people and asks to speak to the Master. Thorin explains that he is a descendant of the Mountain King. Several elves are present and tell the Master that they're prisoners who have escaped and Thorin explains that they were unjustly arrested. Hearing that the Mountain King had returned, many of the men begin celebrating because they'd heard stories and songs about the king and now believed that the city would become very prosperous once again.

Seeing the large crowd rejoicing, the Master decides not to stop them. The elves see that they're outnumbered and return to the forest to tell the elf-king. Afterwards, the city treats Bilbo and the dwarves like royalty and after several days of resting and regaining their strength, they decide to go up the mountain. The men provide them with boats, supplies, and horses, and they set off.