Jan. 9, 2021
No hay un fantasma ahí
Es agotador.
Perseguir fantasmas es un pasatiempo complicado y exige toda tu energía. No lo recomiendo. Los fantasmas son escurridizos. Se desdibujan entre espacios, continentes y épocas sin importar tu búsqueda. Entrecrucé la cara de un país desconocido para mí durante cuatro meses, rastreando a los pasos invisibles por donde fuera. En unos casos, sentí el viento del fantasma cuando rozó tras la espalda.
Con cada parada en la caza, venían olas de déjà vu. Aunque solo hubiera visto los lugares en las fotos que tenía, luz capturada en papel, sabía que el fantasma todavía quedaba ahí. Pero cada vez, terminé saliendo de los terrenos espectrales sin ver a un fantasma. Solo estaba yo. Con mi cámara a la mano, estaba preparado taciturnamente para capturar el fantasma en la lenta y encerrarlo en la tarjeta SD. Sin suerte. En su lugar, tomaba una foto de mí en ese lugar. Si no puedo ver el fantasma, también podría verme a mí mismo.
Cuando era niño, mi mamá me contaba de los churros que solía comer en un café pequeñito, escondido en un rincón de la ciudad de Madrid cuando ella estudiaba ahí. Iría a altas horas de la noche y pediría una tacita llena de rico chocolate líquido, servido con churros además. Me decía que en lugar de cubrir la parte exterior del churro con azúcar, la masa frita se metía en la taza de chocolate. Yo tenía que probarlo. Tenía un deseo insaciable para este chocolate verdadero. No podría ser otro lugar mejor: sentado en un bar de Madrid, riéndose hasta la madrugada con una taza humeante de chocolate. Me dijo que me llevaría ahí algún día. No pudo. No lo hizo.
(Esta es la primera parte de una obra más grande.)
Tenía un deseo insaciable parade este chocolate verdadero.
Creo que "de este" quedaría mejor dado que te refieres a que tú querías probar el chocolate que tu madre te comentó
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Los fantasmas son escurridizos. |
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No hay un fantasma ahí |
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Es agotador. |
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Perseguir fantasmas es un pasatiempo complicado y exige toda tu energía. |
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No lo recomiendo. |
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Se desdibujan entre espacios, continentes y épocas sin importar tu búsqueda. |
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Entrecrucé la cara de un país desconocido para mí durante cuatro meses, rastreando a los pasos invisibles por donde fuera. |
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En unos casos, sentí el viento del fantasma cuando rozó tras la espalda. |
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Con cada parada en la caza, venían olas de déjà vu. |
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Aunque solo hubiera visto los lugares en las fotos que tenía, luz capturada en papel, sabía que el fantasma todavía quedaba ahí. |
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Pero cada vez, terminé saliendo de los terrenos fantasmas sin ver a un fantasma. |
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Solo estaba yo. |
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Con mi cámara a la mano, estaba preparado taciturnamente para capturar el fantasma en la lenta y encerrarlo en la tarjeta SD. |
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Sin suerte. |
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En su lugar, tomaba una foto de mí en ese lugar. |
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Si no puedo ver el fantasma, también podría verme a mí mismo. |
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Cuando era niño, mi mamá me contaba de los churros que solía comer en un café pequeñito, escondido en un rincón de la ciudad de Madrid cuando ella estudiaba ahí. |
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Iría a altas horas de la noche y pediría una tacita llena de rico chocolate líquido, servido con churros además. |
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Me decía que en lugar de cubrir la parte exterior del churro con azúcar, la masa frita se metía en la taza de chocolate. |
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Yo tenía que probarlo. |
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Tenía un deseo insaciable para este chocolate verdadero. Tenía un deseo insaciable Creo que "de este" quedaría mejor dado que te refieres a que tú querías probar el chocolate que tu madre te comentó |
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No podría ser otro lugar mejor: sentado en un bar de Madrid, riéndose hasta la madrugada con una taza humeante de chocolate. |
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Me dijo que me llevaría ahí algún día. |
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No pudo. |
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No lo hizo. |
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(Esta es la primera parte de una obra más grande.) |
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Pero cada vez, terminé saliendo de los terrenos espectrales sin ver a un fantasma. |
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