“La libertad es siempre la libertad para quien piensa

Rosa Luxemburgo dijo “La libertad es siempre la libertad para quien piensa diferente”. Aunque tenemos las restricciones omnipresentes de la sociedad que nos aquietan e hipnotizan hacia una complacencia estupefacta. El coraje de escapar las esposas del control y la reprensión nos permite de vivir con la libertad deseada.

La presión social puede llevarnos a estar de acuerdo con ideas y acciones que van en contra de nuestras conciencias. Por ejemplo, las reglas de una empresa pueden limitarnos y dejarnos sin una voz de expresarnos adecuadamente, reforzando que la libertad es una fachada que no existe. Las redes sociales en la vida cotidiana nos deja vulnerables de la propaganda efectiva para manipularnos y adoctrinarnos para controlan las compras, acciones políticas y la resistencia social en la sociedad. Especialmente, los trabajadores sufren abajo de un sistema represivo, lo cual pueda acarrearnos restricciones que sirven para enmudecer nuestras perspectivas.

Por contrapartida, el marxismo nos brinda la filosofía que la verdadera libertad solo puede existir en un contexto donde todas las voces, incluso aquellas que discrepan con el status quo o con la ortodoxia marxista, tengan espacio para expresarse y participar en el debate público. Por ejemplo, silenciar un muchedumbre de manifestadores debido a sus inquietudes políticas representa una sociedad con la opresión. Aunque las teorías del materialismo histórico y socialismo científico de Karl Marx nos destacan que los individuos tienen la oportunidad de desarrollarse plenamente y contribuir al proceso de transformación social sin restricciones externas.

Vivir en una jaula social nos atrapa como los cazadores que apacaran su presa. Cuando nuestras necesidades básicas están satisfechas, es fácil ser engañado creyendo que tenemos todo lo que deseamos. Sin embargo, una sociedad sin la expresión y la aceptación de una dicotomía de ideas nos priva del sustento de nuestras almas para expresarnos libremente.

Rosa Luxemburg said, "Freedom is always the freedom for the one who thinks differently." Although we face the omnipresent restrictions of society that quiet us and hypnotize us into a stupefied complacency. The courage to escape the shackles of control and repression allows us to live with the desired freedom.

Social pressure can lead us to agree with ideas and actions that go against our consciences. For example, the rules of a company can limit us and leave us without a voice to express ourselves properly, reinforcing that freedom is a facade that does not exist. Social media in everyday life leaves us vulnerable to effective propaganda to manipulate and indoctrinate us to control purchases, political actions, and social resistance in society. Especially, workers suffer under a repressive system, which can bring us restrictions that serve to silence our perspectives. On the other hand, Marxism offers us the philosophy that true freedom can only exist in a context where all voices, even those that disagree with the status quo or with Marxist orthodoxy, have space to express themselves and participate in public debate. For example, silencing a crowd of demonstrators due to their political concerns represents a society with oppression. Although the theories of historical materialism and scientific socialism of Karl Marx emphasize that individuals have the opportunity to fully develop and contribute to the process of social transformation without external restrictions.

Living in a social cage traps us like hunters who pacify their prey. When our basic needs are met, it is easy to be deceived into believing that we have everything we desire. However, a society without the expression and acceptance of a dichotomy of ideas deprives us of the sustenance of our souls to express ourselves freely.