“El viaje de mil millas comienza con un solo paso”.

Lao Tzu dijo “El viaje de mil millas comienza con un solo paso”. El comienzo de un reto puede ser lo más difícil, lo que puede acarrear la anticipación de un futuro incierto. Cuando tenemos el coraje de afrontar un fracaso, podremos triunfar sobre los desafíos inesperados.

El conocimiento de una habilidad nueva nos proporciona numerosas ventajas. Aunque nos podemos tener el temor de empezar, lo que puede complicar el proceso de aprender nuevas habilidades o tomar los riesgos necesarios para avanzar. Por ejemplo, un estudiante que quiere aprender un nuevo idioma puede enfrentar obstáculos que incluye una falta de conocimiento, tiempo o recursos. Asimismo, una jugadora al inicio de un nuevo deporte puede carecer de las habilidades físicas para destacar sobre el nuevo reto. El coraje de dar el primer paso, como los bebés que recientemente empiezan a caminar, nos brinda la fuerza de solucionar los desafíos hacia nuestras metas.

Por contrapartida, existen aquellos que opinan que esta perspectiva es una simplificación excesiva que pueden disminuir los desafíos que podamos encontrar. Por ejemplo, un cirujano con años de experiencia para realizar una operación puede causar complicaciones a pesar de años de práctica. Igualmente, durante el proceso de aprendizaje de un idioma, las etapas tempranas pueden resultar más fáciles para los estudiantes principiantes, mientras que los estudiantes avanzados perciben que su progreso es más lento. Además, la gimnasta Simone Biles tuvo dificultad durante los Juegos Olímpicos debido de la presión mundial que enfrentó. Es importante que tengamos en cuenta que los desafíos inesperados sean difíciles independientemente de cuando ocurran.

El que persevera, alcanza. Aunque encontramos obstáculos imprevistos, especialmente cuando menos los esperamos. Si pudiéramos mantener el mismo atención y motivación como el inicio, podríamos lograr más éxito a largo plazo.