El control emocional 🥹

Dar el poder sobre nuestras emociones a los demás nos debilita y nos expone a la vulnerabilidad. Desprendernos de las ataduras del control nos permite vivir sin remordimientos. Aunque tomar el primer paso hacia un futuro diferente siempre es lo más difícil, es un acto de valentía que marca el inicio de un cambio significativo.

Un viaje de mil pasos siempre empieza con el primer paso. Reflexionar sobre nuestras tormentas nos ayuda darnos cuenta de su poder en nuestras vidas. Por ejemplo, la crítica de una esposa puede infundirnos el temor a su venganza por no satisfacer sus normas. Asimismo, los padres estrictas nos controlan con sus expectativas poco realistas, lo cual puede disminuir nuestra autoestima. Por lo tanto, necesitamos quitarnos las gafas rosadas para percibir lo que nos ocultan frente a nuestros ojos.

Por otro lado, disimular nuestras emociones es lo mismo mentirnos a nosotros mismos. Aunque somos imperfectos, nuestras debilidades nos hacen humanos. Sentir intensamente nos ayuda desarrollar la empatía necesaria para apreciar por lo que tenemos. Por ejemplo, nuestra tristeza después del fin de una relación nos enseña lo que valoramos y lo que merecemos. Además, la fachada de una vida sin las normas de sociedad es poco realista. Sacrificamos la libertad por la estabilidad, lo que puede afectarnos aunque no lo deseemos.

Como un pájaro enjaulado por las expectativas de los demás, necesitamos liberarnos para vivir auténticamente. Controlar nuestras emociones es fundamental para mantener nuestra integridad emocional y mental. Por consiguiente, es esencial establecer límites claros sobre quién puede influir en nuestras emociones y mantener esos límites, especialmente cuando enfrentamos desafíos.

Giving others power over our emotions weakens us and exposes us to vulnerability. Breaking free from the shackles of control allows us to live without regrets. Although taking the first step towards a different future is always the hardest, it is an act of courage that marks the beginning of significant change.

A journey of a thousand steps always begins with the first. Reflecting on our inner torments helps us realize their power in our lives. For example, a spouse's criticism can instill fear of their revenge for not meeting their standards. Likewise, strict parents control us with their unrealistic expectations, which can diminish our self-esteem. Therefore, we need to remove the rose-colored glasses to perceive what they hide from our eyes.

On the other hand, concealing our emotions is the same as lying to ourselves. Although we are imperfect, our weaknesses make us human. Feeling intensely helps us develop the empathy necessary to appreciate what we have. For instance, our sadness after the end of a relationship teaches us what we value and deserve. Furthermore, the facade of a life without societal norms is unrealistic. We sacrifice freedom for stability, which can affect us even if we do not wish it.

Like a bird trapped by the expectations of others, we need to free ourselves to live authentically. Controlling our emotions is essential to maintain our emotional and mental integrity. Therefore, it is essential to establish clear boundaries on who can influence our emotions and to maintain those boundaries, especially when facing challenges.