March 29, 2025
El amor idealizado
“La percepción es la realidad” para nuestras mentes cuando ponemos la venda enfrente de nuestros ojos. Dejando el sentido común, un singular deseo puede controlarse como si fuera una cuerda de una muñeca. Por ejemplo, en “El amor en los tiempos del de cholera”, cuyo autor García Márquez nos somete a los caprichos de un amor idealizado, somos los pasajeros impotentes bajo el hechizo de un amor podrido. El protagonista, Florentino Ariza, es un cazador acechando su presa, Fermina Daza, a lo largo de las décadas; lo cual al principio parece un amor verdadero se convierte en una obsession poco saludable. Nuestro príncipe azul es verdaderamente un sapo, tergiversando el cuento de hadas que nos enseña a creer desde la cuna.
Sin embargo, la promesa del amor es lo que nos engancha, otorgándonos la ilusión de un mundo perfecto donde estamos con nuestros amores para siempre. El tardío es como un cuerpo envejecido, con las arrugas del tiempo un escalofriante presagio de la imperfección dentro de nosotros mismas. En realidad, el amor real es desordenado, agotador e insípido como si fuera un veneno; tomamos los tragos del amor corrompido por los cambios inevitables del envejecimiento, saboreando lo cual sea amargo cuando aparezca dulce. No obstante, las gafas de color rosado y capaz, nuestros propios egos, nos privan de la realidad requisito para escapar del ciclo vicioso del amor. Por último, el amor puede ser un lujo o un castigo, dependiendo de cuál lado lo veamos. Según el dicho, “Cuidado con lo que deseas”, porque puede que se haga la realidad indeseada.
“La percepción es la realidad” parasegún nuestras mentes cuando nos ponemos la venda enfrente de nuestros ojos.
Dejando el sentido común, un singular deseo puede controlarse como si fuera una cuerda de una muñeca.
Por ejemplo, en “El amor en los tiempos del de choólera”, cuyo autor García Márquez nos somete a los caprichos de un amor idealizado, somos los pasajeros impotentes bajo el hechizo de un amor podrido.
El protagonista, Florentino Ariza, es un cazador acechando su presa, Fermina Daza, a lo largo de las décadas; lo cual al principio parece un amor verdadero, se convierte en una obsessioión poco saludable.
Nuestro príncipe azul es verdaderamente un sapo, tergiversando el cuento de hadas que nos enseñan a creer desde la cuna.
Sin embargo, la promesa del amor es lo que nos engancha, otorgándonos la ilusión de un mundo perfecto donde estamos con nuestros amores para siempre.
El tardío es como un cuerpo envejecido, con las arrugas del tiempo un escalofriante presagio de la imperfección dentro de nosotros mismaos.
En realidad, el amor real es desordenado, agotador e insípido como si fuera un veneno; tomamos los tragos del amor corrompido por los cambios inevitables del envejecimiento, saboreando lo cual sea amargo cuando aamargo, lo cual parezcace dulce.
No obstante, las gafas de color rosado y capaz, nuestros propios egos, nos privan de la realidad, un requisito para escapar del ciclo vicioso del amor.
Por último, el amor puede ser un lujo o un castigo, dependiendo de cuálqué lado lo veamos.
SegúnYa lo dice el dicho,: “Cuidado con lo que deseas”, porque puede que se haga la realidad indeseada.
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“La percepción es la realidad” para nuestras mentes cuando ponemos la venda enfrente de nuestros ojos. “La percepción es la realidad” |
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Por ejemplo, en “El amor en los tiempos del de cholera”, cuyo autor García Márquez nos somete a los caprichos de un amor idealizado, somos los pasajeros impotentes bajo el hechizo de un amor podrido. Por ejemplo, en “El amor en los tiempos del de c |
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El protagonista, Florentino Ariza, es un cazador acechando su presa, Fermina Daza, a lo largo de las décadas; lo cual al principio parece un amor verdadero se convierte en una obsession poco saludable. El protagonista, Florentino Ariza, es un cazador acechando su presa, Fermina Daza, a lo largo de las décadas; lo cual al principio parece un amor verdadero, se convierte en una obses |
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El tardío es como un cuerpo envejecido, con las arrugas del tiempo un escalofriante presagio de la imperfección dentro de nosotros mismas. El tardío es como un cuerpo envejecido, con las arrugas del tiempo un escalofriante presagio de la imperfección dentro de nosotros mism |
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En realidad, el amor real es desordenado, agotador e insípido como si fuera un veneno; tomamos los tragos del amor corrompido por los cambios inevitables del envejecimiento, saboreando lo cual sea amargo cuando aparezca dulce. En realidad, el amor real es desordenado, agotador e insípido como si fuera un veneno; tomamos los tragos del amor corrompido por los cambios inevitables del envejecimiento, saboreando lo |
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No obstante, las gafas de color rosado y capaz, nuestros propios egos, nos privan de la realidad requisito para escapar del ciclo vicioso del amor. No obstante, las gafas de color rosado y capaz, nuestros propios egos, nos privan de la realidad, un requisito para escapar del ciclo vicioso del amor. |
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Por último, el amor puede ser un lujo o un castigo, dependiendo de cuál lado lo veamos. Por último, el amor puede ser un lujo o un castigo, dependiendo de |
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Según el dicho, “Cuidado con lo que deseas”, porque puede que se haga la realidad indeseada.
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