Crítica de la primera temporada de "Black Mirror" [Post 2/3]

El segundo episodio es ligeramente mejor que el primero porque tiene un valor de producción más alto y porque no es violento para serlo. Sin embargo, quienes han leído Mil Novecientos Ochenta y Cuatro tendrán una fuerte sensación de déjà vu mirando “Quince millones de méritos”: el romance prohibido, las telepantallas (automatizadas aquí), los jueces, y los rebeldes que se convierten en un engranaje de la máquina opresora estatal, fueron copiados con poca sutileza. Existen algunos giros notables: primero, carísimos tiquetes para participar a “Hot Shot”, copia ficticia y sátirica de “Britain’s Got Talent”, dan una oportunidad de ser famoso si a los jueces les encantan nuestra actuación, pero también dan una oportunidad de ser humillado delante de miles de personas (aunque no están presentes físicamente). Segundo, la gente acumula puntos pedaleando, que pueden gastar comprando baratijas para sus avatares virtuales o billetes para participar a “Hot Shot”, pero nada real – incluso las manzanas se cultivan en placas de Petri. Tercero, el control de los hombres a través de la pornografía, casi prohibida en 1984, y de la risa gruesa: limitarlos a sus instintos más básicos impide una hipotética revolución. Es un episodio bastante interesante, pero no muy original, y falta algunos de los elementos más importantes de 1984, entonces no se puede considerarlo una buena adaptación. En general, no veo la razón por la que alguien querría ver esto en lugar del clásico que intenta copiar (excepto los efectos especiales).

Publicaré la última parte después de que alguien haya corregido esta. Gracias por leer.